El libro Pobreza y cambios
electorales en Lima, de Fernando Tuesta Soldevilla, publicado en 1989 por
Desco, es un trabajo que busca analizar a los partidos políticos, los procesos
electorales y la participación política de la sociedad, en este caso de las clases
populares urbanas en el periodo de 1978 a 1986, periodo importante en la
historia política del país por la gran cantidad de hechos y procesos políticos
que acontecieron. La transición democrática, el fin de la dictadura militar, la
asamblea constituyente de 1978, las elecciones municipales 1980,1983 y 1986 y
las elecciones presidenciales de 1980 y 1985 marcaron el periodo de tiempo de
dicho estudio.
¿Cuál ha sido el alcance de la
participación electoral de los sectores populares de Lima, ciudad donde se
concentra un tercio del electorado nacional? ¿Cuáles han sido sus preferencias
políticas y la naturaleza de estas a lo de los continuos procesos electorales?
¿Este perfil es el mismo o ha cambiado en las últimas décadas? Son las
preguntas que el autor se hace con respecto a su tema de investigación y que
con el transcurrir del mismo va a ir especificando, y hallando elementos
importantes que incidirán en el sistema político democrático pero a los que
decide no hacer mención y no visibilizarlos.
El autor empieza especificando
que su interés es la medición de la participación electoral de los sectores
pobres de Lima, dejando el basto campo de la participación política de lado,
para cada cierta parte caer en contradicciones conceptuales que siendo comprensivos
se pueden entender como errores tipográficos; y no caer en la consideración de
que sea un error conceptual. Para el estudio escoge a 12 distritos (Villa El
Salvador, Carabayllo, El Agustino, San Juan de Lurigancho, Independencia, Villa
María del Triunfo, Chorrillos, Comas, San Juan de Miraflores, Lurigancho, Ate y
San Martín de Porres) que representaban el cambio en la configuración
demográfica y social de la capital.
Luego de una larga introducción
histórica, útil para conocer el desarrollo del sistema político peruano desde
casi inicios del siglo XX, la configuración de las organizaciones políticas más
antiguas como el APRA, AP, PPC y la Izquierda Unida (IU), el crecimiento de las
organizaciones sindicales y sociales, además del desarrollo demográfico de la
ciudad de Lima y su incremento en la división administrativa, llegará a
analizar los resultados electorales y preferencias de los sectores de la
población estudiados. Un hecho que confirman los datos previos recopilados es
que a pesar del aumento de la población total en Lima, la población electoral
sufrió un lento incremento en las décadas previas producto de la ampliación del
sufragio a más sectores como las mujeres y analfabetos, y el proceso de
migración que diversificó la composición social de la ciudad y de la mayoría de
distritos estudiados. El autor al analizar los resultados electorales va a
plantear sus comentarios y posteriores conclusiones según la línea de discurso
imperante en la época, dividiendo a la sociedad limeña en clases sociales rígidas
y cayendo sin duda en generalizaciones que no aportan al trabajo de
investigación. Si bien es importante tener en cuenta las diferentes
configuraciones sociales de los sectores estudiados no se puede caer en el
error de analizarlos como un todo uniforme, porque sin duda se cometen
omisiones.
En el caso del análisis de los
partidos en el periodo de estudio, sin duda el sistema de partidos era en
teoría menos fragmentado que en la actualidad, con 4 grupos políticos
definidos: APRA, Acción Popular, Partido Popular Cristiano e Izquierda Unida,
que merece mención aparte en líneas posteriores; concentraban mayoritariamente
las preferencias electorales en Lima y en el Perú en general generando la
ilusión de un sistema estable de partidos, que a duras penas duró cerca de 10
años de desempeño, y se verá su distribución en cuanto a apoyos electorales en
los distritos estudiados.
En el caso de Acción Popular y el
APRA lograron ingresar a disputarse el apoyo electoral en los distritos
estudiados; debido a su maquinaria electoral, su distintiva cercanía con los
ciudadanos por ser partidos de masas en sus orígenes, a su relación clientelar
cuando accedían al poder. Demostrando la extrema dependencia al
desenvolvimiento de su líder, Fernando Belaunde en el Caso de Acción Popular y
Alan García en el caso del APRA. Disputándole a la IU el apoyo de los sectores
pobres, en las elecciones generales y municipales dependiendo la circunstancia
de la elección en el caso de Acción Popular a inicios de la década de 1980 y en
el caso del APRA luego de la victoria de García en las elecciones de 1985.
El PPC va a demostrar menor apoyo
en los distritos estudiados, ya que tenía mayor presencia y apoyo en los
distritos con población de mayores ingresos, pero demostrando un nivel más estable
de apoyo durante los procesos electorales estudiados, consolidándose en un
tercer lugar y alejándose de la responsabilidad de ser gobierno en muchos
casos. Si bien es cierto que es un partido con mayor presencia en Lima, con el
paso de los años no ha logrado consolidar un bastión político efectivo que
genere un dominio electoral fiel.
El caso de Izquierda Unida, es
interesante luego de que las diferentes fuerzas de izquierda fueron dispersas
en la elecciones de 1978 y 1980, algo que el autor pasa por alto y que no se
soluciona simplemente sumando los porcentajes electorales en un supuesto
ficticio de unidad, afrontan las elecciones municipales de 1980 bajo una sola
coalición quedando en un expectante segundo lugar en Lima Metropolitana y
ganando varias alcaldías, lo que permitió agregar experiencia de gobierno para
luego tener el triunfo en 1983 y quedar en un segundo lugar frente al APRA que
pasaba por su mejor momento electoral. Además de tener amplio control en
organizaciones sindicales y sociales, IU aparentaba una fortaleza organizativa
y electoral creciente, que disimulaba sus constantes divisiones, y que dejan en
claro que nunca ha existido una singularidad política sino una gran variedad de
organizaciones mostrando que el término correcto es el de las izquierdas para
estudiar mejor a este sector político.
Finalmente en balance este
trabajo aporta el conocer los cambios en las preferencias electorales de los
sectores estudiados, que si bien dan un gran avance a las izquierdas en el
nivel de representación, también demuestra que este espacio es claramente
disputado primero por Acción Popular y luego por el APRA algo que el autor no
reconoce, demostrando la volatilidad de las preferencias de este sector y la
falta de una identidad ideológica constituida; sin contar otros temas
relacionados como la opinión pública, el desempeño de los actores o la falta de
institucionalidad de los partidos, que sin duda complementan este complejo tema
pero que no son tratados y que llevan al autor a caer en falacias al momento de
llegar a sus conclusiones y dejan claro los límites de esta investigación.