domingo, 9 de octubre de 2016

Trump y el Populismo Mundial


Estados Unidos vive una campaña presidencial histórica en muchos sentidos; luego del proceso de primarias el Partido Demócrata escogió a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton como su primera candidata presidencial y el Partido Republicano eligió al magnate Donald Trump como su candidato presidencial a pesar de las resistencias del establishment partidario.

Estas resistencias se justificaban en la actitud de Trump, quien desde el anuncio de su aspiración presidencial  hizo del populismo y la confrontación su estilo electoral. Con un discurso xenófobo, racista, machista y demagógico logró canalizar el descontento de varios sectores de la ciudadanía estadounidense.

Trump, quien no tiene mayor arraigo en el partido y carece de experiencia política, no dudó en enfrentar cualquier voz crítica a su estilo en la sociedad, la prensa o la clase política. Con ese estilo logró imponerse en la interna republicana derrotando a sus 11 competidores y obligó a la élite republicana a oficializar su candidatura en la Convención Nacional Republicana en Julio.

Pero este estilo no le garantiza una victoria en las elecciones presidenciales en Noviembre, desde que se oficializaron las candidaturas compite estrechamente y es superado en las encuestas por Clinton. A pesar de los intentos de Trump por moderar en parte su discurso, su estilo populista viene siendo usado en su contra por Clinton para restarle credibilidad y apoyos en unas de las campañas electorales más intensas y de pronóstico reservado.

Más allá de la caricaturización del personaje, Donald Trump y su estilo representan un fenómeno muy actual en las democracias más consolidadas: el Populismo. La insatisfacción de distintos sectores de la ciudadanía no es canalizada ni solucionada por la clase política, sino por el contrario encuentra una representación en los movimientos de extrema derecha.

Donald Trump no se encuentra solo; Marine Le Pen en Francia, Nikos Michaloliakos en Grecia, Frauke Petry en Alemania, entre otros líderes representan los rostros de esta corriente internacional que sin duda es una amenaza para los valores republicanos. No olvidemos que los verdaderos enemigos de la democracia y la paz se encuentran en su interior.