jueves, 27 de julio de 2017

Reseña del Libro “El Caso García”

Columna publicada originalmente en La Mula.pe: https://cgama.lamula.pe/2017/07/26/resena-del-libro-el-caso-garcia/christophergambini/


Resulta paradójico: Alan García quién ha buscado la gloria política durante más de 30 años, pese a todos sus esfuerzos termina siendo percibido por la población como un gran ladrón. 

Este 2017 Editorial Planeta ha lanzado con gran éxito la reedición del libro “El Caso García” escrito por Pedro Cateriano, texto publicado originalmente en 1994 que recoge el trabajo realizado por las comisiones del Parlamento sobre la investigación al primer gobierno de Alan García (1985 – 1990). 

Gobierno que las nuevas generaciones no vivimos, pero que de alguna manera tuvimos alguna referencia o información a través de nuestras familias, de los comentarios políticos o de los medios de comunicación. Por eso brevemente contextualizaremos algunos hechos. 

Un joven Alan García obtuvo el 46% de los votos en las elecciones generales de 1985, derrotando a Alfonso Barrantes, candidato de Izquierda Unida (IU); además logró que el Partido Aprista Peruano (PAP) obtuviera mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados. Luego de la declinación de Barrantes a participar en una segunda vuelta, debido a la ventaja con la que contaba su rival; García fue proclamado Presidente de la República a los 36 años y logró que el PAP alcanzara por primera vez el gobierno nacional. 

García en los primeros años de su gestión logró conseguir un amplio respaldo de la población debido a su carisma, su gran habilidad oratoria y a las políticas económicas heterodoxas que le permitieron realizar grandes megaobras y proyectos sin mayor oposición. Pero esta situación no duró los 5 años; primero, la economía del país entró en una gran crisis debido al legado de los gobiernos anteriores y al mal manejo económico del gobierno, lo que significó que el país atravesara por una histórica hiperinflación, el agotamiento de las reservas y un aislamiento del mercado internacional. Segundo, la violencia provocada por el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA amenazaba cruelmente la vida de los ciudadanos y el gobierno no lograba detenerla. Tercero el intento de estatizar la banca generó una nueva oposición de centroderecha organizada que agitó el manejo político estable que tenía el gobierno. En perspectiva un gobierno que comenzó con una gran aceptación ciudadana terminaba dejando al país una situación cuasi apocalíptica y contribuiría a la caída del régimen democrático en 1992. 

Pero el gobierno de García no solo sería recordado como un desastre económico sino que además se vería afectado por la sombra de la corrupción. Acusaciones de malos manejos, irregularidades y presuntos delitos serían investigados por el Parlamento. 

El desarrollo de estos procesos que nos narra de manera documentada este libro, comprometieron a Alan García en múltiples casos y probaron un desbalance patrimonial de 300,000 dólares. Contrariamente a lo que un considerable sector de la sociedad cree o ha creído, si existen pruebas. 

La confesión de Sergio Siragusa ante la justicia italiana, empresario que promovió la realización del Tren Eléctrico, de haber negociado y realizado un soborno a García a través de un testaferro. La confesión de Alfredo Zannatti, cuyas empresas fueron favorecidas con 25 millones de dólares MUC. Las cuentas del Gran Capitán, el Caso BCCI y los Mirage. Conociendo los hechos narrados en este libro, podemos entender todo el origen de la fortuna personal de Alan García y su exilio desempleado en París. 

También, hay temas de fondo que el libro nos permite conocer. 

El sistema de control y justicia de la época, construido durante la vigencia de la Constitución de 1979 era limitado y mostraba deficiencias. Las Comisiones Investigadoras del Congreso no podían levantar el secreto bancario, esa atribución era exclusiva de un juez; y los recursos con los que contaban eran muy limitados. La burocracia, lentitud de procesos y permeabilidad de corrupción en el mismo Poder Judicial eran problemas que generaban desconfianza ciudadana en esos tiempos, lamentablemente esa situación no ha cambiado demasiado. 

La conveniencia moral de muchos políticos. Lourdes Flores, parlamentaria que sustentó las acusaciones contra García en EE.UU, fue candidata de una alianza con García. Ántero Flores Araoz y Rafael Rey miembros de Comisiones dictaminadoras, fueron sus Ministros de Estado. Al parecer para ellos la moral prescribe. 

Y no es posible olvidar a Manuel Dammert, actual congresista. Este libro recuerda un comportamiento de colaboración cuando era diputado con García que cumple sus vergonzosas bodas de plata. 

Lamentablemente 23 años pasaron, el sistema de justicia a pesar de las pruebas no sometió a García a juicio y la prescripción de los delitos permitió que saliera impune. Y es ese el verdadero problema, la impunidad o la sensación de la misma. No pretendo con estas líneas decir si García es culpable o inocente, eso lo debe decidir un Poder Judicial autónomo, eficiente e imparcial que nos recuerde que todos somos iguales ante la ley y que no importa cuánto dinero o poder tengamos, si cometemos un delito terminaremos en la cárcel. 

Finalmente, es de conocimiento público que Alan García posee un ego colosal, que lo ha llevado a buscar dejar una huella en la historia. Ha logrado contra todo pronóstico ser presidente en 2 periodos, ha buscado en 2016 lograr un tercer mandato y conseguir el récord de ser el presidente democrático con más periodos de gobierno, pero no lo ha conseguido debido al rechazo que su imagen actualmente genera en el electorado. 

Pero hay un hito histórico que García jamás podrá borrar, ser el Primer Presidente acusado en 1991 por el Congreso por varios actos de corrupción.

miércoles, 12 de julio de 2017

Un Diálogo para la Tribuna




Asistimos nuevamente a otro diálogo sin rumbo.

Hoy 7 de Julio, asistimos nuevamente a una reunión entre los principales “líderes” políticos, en esta oportunidad los protagonistas son el Presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y Keiko Fujimori (lideresa de Fuerza Popular) que se reúnen por segunda vez en un año. Para generar una pausa al conflicto entre la mayoría parlamentaria fujimorista y el gobierno.

Este enfrentamiento político en este primer año ha derivado en pérdidas para ambos grupos. Por el lado del Gobierno, luego de la renuncia del Ministro de Defensa Mariano Gonzales por un nombramiento indebido, un proceso de censura al Ministro de Educación Jaime Saavedra, un proceso de interpelación y desgaste al Vicepresidente y Ministro Martín Vizcarra que derivó en su renuncia ministerial, y el cuestionamiento al Ministro de Economía Alfredo Thorne y su posterior renuncia; ha llevado al Gobierno a una posición de debilidad política mayor y a un alto desgaste en su gestión. 

Por el lado de Fuerza Popular, contar con 73 parlamentarios que le asegurarán prácticamente el control del Congreso no resultó ser lo que esperaban; si bien mantienen la fuerza suficiente para imponer sus decisiones y caprichos, cada vez tienen más problemas internos. Han perdido 2 parlamentarias (Vilcatoma y Donayre) y la voz y “liderazgo” de Kenji Fujimori resulta una variable extraña difícil de contener.

Sumemos a este contexto, la presión de ciertos sectores de la prensa y clase política por lograr el indulto al expresidente Alberto Fujimori, condenado a más de 25 años por corrupción, violación de derechos humanos y secuestro agravado; la posición ambivalente y dubitativa del Presidente PPK sobre el tema, y la presión de otros sectores de la prensa, ciudadanía, movimientos sociales y clase política para quienes un indulto ilegal es un instrumento de impunidad. Toda esta sucesión de hechos y factores en medio de las repercusiones del escándalo Lava Jato nos llevan a un ambiente de crispación política permanente.

Ante esto Keiko Fujimori tomó la iniciativa y planteó una reunión con el Presidente con mediador de por medio, algo a lo que PPK reaccionó aceptando la reunión como primera etapa del Acuerdo Nacional y no aceptando mediador. Luego de una semana de idas y venidas, condiciones denegadas y aceptadas, el diálogo se realizó esta tarde en Palacio de Gobierno concitando la atención de todos los medios de comunicación.

Lamentablemente por las declaraciones finales de Fujimori y PPK, este diálogo será un episodio más en la teatralización a la que nos tiene acostumbrados la clase política peruana. Si bien ambos conversaron en general de temas importantes como la economía, el empleo, la lucha contra la corrupción y la reconstrucción en el Norte del País; no anunciaron en conjunto o por separado ningún acuerdo, ley, proyecto o programa que vaya a ser aprobado y ejecutado en un intervalo de tiempo determinado.

Para las cámaras se mencionó la creación de la Procuraduría General de la República, la ley para el fortalecimiento de la Contraloría, la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y reformas estructurales en organismos de supervisión y control como la Sunat, Sunafil, Indecopi, etc; todas estas menciones con el tono de propuestas de campaña, pero no de decisiones o acciones concretas.

Que no se me malentienda; es cierto que el diálogo, el conflicto y el consenso son elementos naturales de la democracia. Pero no lo son la indecisión, la mediocridad y la frivolidad de la clase política.

Necesitamos exponer nuestras posiciones, pero también escuchar las del oponente. 

Necesitamos tomar en cuenta los problemas estructurales del país, pero también empezar a solucionarlos.

Necesitamos no solo diálogo, sino también acuerdos.

Y Decisiones!

Una Nueva Ventana


Comparto una buena noticia, desde el 11 de Julio comenzamos una nueva ventana de análisis político en La Mula.pe.

Donde aparecerán algunas de mis columnas de opinión y reseñas bibliográficas sobre temas de la actualidad política.

Pueden acceder desde este enlace: https://cgama.lamula.pe/



Seguimos avanzando!