jueves, 15 de octubre de 2020

¿Qué nos espera en las Elecciones Generales Perú 2021?


 

Un breve repaso a las principales normas que regirán en las elecciones de 2021.

Sufragio Electoral: La Ley N° 31038 menciona que la votación se realizará de 7:00 am a 7:00 pm. Además, las personas con riesgo de contagio por Covid 19, están exoneradas del pago de multas por no votar o no asumir la función de miembro de mesa.

Elecciones Internas: Suspendidas temporalmente las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), en la Ley N° 31038 se establece que las organizaciones políticas escojan a sus candidatos mediante:

a) El voto de delegados, elegidos previamente con el voto de todos sus militantes.

b) El voto de todos sus militantes.

Ambas modalidades serán organizadas obligatoriamente por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

Los candidatos a una organización política deben afiliarse máximo hasta el 30 de setiembre.

El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) elaborará el padrón de electores y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) fiscalizará el proceso electoral interno.

Paridad y Alternancia: La Ley N° 31030 determina que las organizaciones políticas deben incluir como mínimo a un hombre o a una mujer en su fórmula electoral a la Presidencia y Vicepresidencias de la República, quienes estarán ubicados de manera intercalada.

También determina que las listas al Congreso y Parlamento Andino deben estar conformadas por un 50% de mujeres u hombres, cuyas candidaturas se ordenarán de manera intercalada.

Estas disposiciones permitirán el cumplimiento del criterio de paridad y alternancia de género en las listas de candidatos.

Prohibición de Reelección para Congresistas: La Reforma Constitucional aprobada en el Referéndum de diciembre de 2018, establece que los ciudadanos que han ejercido como congresistas entre los años 2016 y 2021, no podrán postular en estas elecciones.

Distrito Electoral de Peruanos en el Extranjero: Creado por la Ley N° 31032, otorga a los peruanos en el extranjero representación en un nuevo distrito electoral mediante la elección de 2 congresistas.

Regulación del Financiamiento: La Reforma Constitucional aprobada en el Referéndum de diciembre de 2018, establece que el financiamiento de las organizaciones políticas puede ser público y privado, bajo los criterios de transparencia y rendición de cuentas.

Para lograrlo, en setiembre de 2020 se promulgó la Ley N° 31046, estableciendo regulaciones para recibir y usar el financiamiento público y privado, fuentes de financiamiento prohibidas, infracciones y sanciones.

Además, se otorga a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) la facultad de acceder a las cuentas bancarias de las organizaciones políticas para su supervisión.

Propaganda Electoral en Medios de Comunicación: La Reforma Constitucional aprobada en el Referéndum de diciembre de 2018, también prohíbe a las organizaciones políticas contratar propaganda electoral en televisión y radio, esta solo se realizará por financiamiento público indirecto mediante la franja electoral buscando asegurar una competencia equilibrada.

Impedimentos de Postulación: La Ley de Reforma Constitucional N° 31042 aprobada en setiembre de 2020 establece que las personas con sentencia en primera instancia por delito doloso están impedidas de postular en las elecciones.


También pueden leer el artículo en el siguiente enlace de mi ventana en La Mula.pe: https://cgama.lamula.pe/2020/10/15/que-nos-espera-en-las-elecciones-generales-peru-2021/christophergambini/

jueves, 20 de agosto de 2020

Análisis del Acuerdo Nacional

También pueden leer el artículo en el siguiente enlace de mi ventana en La Mula.pe: https://cgama.lamula.pe/2020/08/20/analisis-del-acuerdo-nacional/christophergambini/


El Acuerdo Nacional es un foro que elabora y aprueba lineamientos en políticas del Estado en base al diálogo y concertación entre los tres niveles de gobierno y las instituciones políticas y sociales de Perú. 

Fue creado en el año 2002 durante el gobierno de Alejandro Toledo y agrupa los lineamientos de Políticas de Estado en 4 objetivos básicos: 

1) Fortalecimiento de la Democracia y Estado de Derecho.

2) Equidad y Justicia Social.

3) Competitividad del País.

4) Estado Eficiente, Transparente y Descentralizado.

Este Foro constituye el más serio esfuerzo por lograr consensos sobre una agenda de país entre los diferentes partidos políticos, autoridades y sociedad civil hace ya 18 años. Este esfuerzo merece reconocimiento, en el contexto de debilidad institucional que afecta al Estado Peruano y desprestigio de la función de la clase política.

El agrupamiento en 4 objetivos básicos permite construir una visión integral en la agenda de país en concordancia con el trabajo de CEPLAN y los objetivos del milenio de las Naciones Unidas; además de ser una base para las políticas públicas ejecutadas por todos los niveles de gobierno del Perú.

Luego de su lanzamiento el Acuerdo Nacional ha perdido presencia en el escenario público, a pesar de la labor de sus miembros técnicos. La pérdida de presencia se ha debido al constante enfrentamiento político partidario, a la falta de difusión en la sociedad sobre el contenido del acuerdo, mantenerse al margen de la comunidad universitaria y al surgimiento de otros espacios informales de diálogo político.

Si bien es cierto en niveles de gobierno municipal tiene alguna presencia, como un formalismo administrativo al momento de elaborar políticas públicas; el rol del Acuerdo Nacional no debe ser entendido como una norma más del Estado sino como un espacio de diálogo y acuerdo propositivo con puntos comunes sobre los principales problemas que nos afectan como sociedad. Debe ser un enfoque guía en la gestión de gobierno.

También considero le ha faltado un mecanismo de actualización para incorporar de manera deliberativa los planteamientos de los nuevos actores políticos y sociales en los objetivos ya aprobados.

Otro problema que ha tenido y tiene este foro es que sus acuerdos, logrados a través del debate de los aportes de sus miembros, no son de naturaleza vinculante para los gobiernos. Esto genera que sean ideas o propuestas que quedan levitando en el debate público, pero que son complicadas de materializar de manera rápida y oportuna en la gestión pública.

Más aun teniendo en cuenta que en el Perú no se presta tanta atención al planeamiento, prevención, diálogo y seguimiento de acuerdos. Elementos que contribuyen a tener una mejor gestión del Estado con una visión integral que permita detectar problemas con anticipación, usar instrumentos y medios para resolverlos, dar seguimiento al cumplimiento y a la resolución de esos mismos problemas.

Es pertinente resaltar que a pesar del esfuerzo de CEPLAN por incorporar estos acuerdos en el Plan Bicentenario, donde con indicadores se han trazado las metas que el Estado Peruano espera alcanzar en 2021, estando ya en el año 2020 estas metas están lejos de cumplirse.

Lo positivo a pesar de todos estos problemas brevemente descritos es que el Acuerdo Nacional no ha dejado de existir en estos casi 18 años, siendo una de las pocas políticas de Estado vigentes en el Perú. Esto debe servir para relanzar y recuperar la vigencia del Acuerdo Nacional ante el sistema político y la sociedad.

Para recuperar el espacio perdido, una opción es que el Acuerdo Nacional opte por institucionalizarse dentro de la estructura del Estado, dejando de ser un foro de reuniones y diagnóstico y pase a ser una institución autónoma dedicada a coordinar los lineamientos de políticas de Estado; tomando como modelo un gran Consejo de Estado con reuniones periódicas cada mes o en cada trimestre del año.

Además, el institucionalizarse y poseer autonomía le permite poder ser un espacio donde converjan todas las organizaciones políticas y sociales. Así como ser un espacio con legitimidad reconocida y respetada por la sociedad para los temas por los que fue creado.

Por lo mismo, debe dejar de ser un punto de reunión ocasional de los partidos políticos y optar por un rol más activo buscando generar alianzas con diferentes espacios de la sociedad civil y de las instituciones públicas para no depender de la voluntad política del gobierno de turno. 

Tener más participación en la agenda pública para cumplir con los objetivos propuestos e ir solucionando la vida de las personas. Participar en el debate en medios para colocar en la agenda temas de políticas de Estado que muchas veces son olvidados u ocultados. Además de iniciar una extensa campaña educativa para que las personas de todas las edades y condiciones sociales conozcan de su existencia, contenido e importancia para el futuro del Perú. 

Solo así el Acuerdo Nacional logrará cumplir el fin por el que fue creado.

viernes, 31 de enero de 2020

Congreso Fragmentado: Analizando los resultados de las Elecciones 2020


También pueden leer el artículo en el siguiente enlace de mi ventana en La Mula.pe: https://cgama.lamula.pe/2020/01/31/congreso-fragmentado-analizando-los-resultados-de-las-elecciones-2020/christophergambini/


El domingo 26 de enero se realizaron elecciones parlamentarias por primera vez en la historia democrática del Perú, este proceso electoral extraordinario provocado por la disolución del Congreso ocurrida el 30 de setiembre pasado buscaba teóricamente resolver el constante conflicto político entre el Gobierno de Martín Vizcarra y la mayoría parlamentaria de Fuerza Popular y aliados. 

Luego de una campaña corta, sin publicidad contratada en radio y televisión, sin grandes liderazgos en las listas congresales en Lima (el mayor distrito electoral) y con pocas propuestas de agenda parlamentaria, 21 organizaciones políticas esperaban conseguir el respaldo de la ciudadanía en medio de un contexto de alta desconfianza en la política alentado por las revelaciones del Caso Lava Jato (escándalo de sobornos y de financiamiento irregular de campañas que implica a casi todas las fuerzas políticas que estuvieron en el Gobierno o en el Congreso) y del Caso Los Cuellos Blancos del Puerto (investigación fiscal que reveló los nexos de corrupción entre jueces, fiscales, políticos y altas autoridades del Estado). 

Fuente: Diario El Comercio.

Con un ausentismo electoral del 25% y con casi el 90% de resultados son 9 las organizaciones políticas que lograron superar la barrera electoral y obtener representación parlamentaria, provocando un Congreso fragmentado donde ninguna fuerza política supera el 10% de los votos válidos nacionales ni tendrá la mayoría por sí misma; haciendo obligatorio el diálogo y la concertación para asegurar el funcionamiento del Legislativo y la aprobación de normas en materia de Seguridad Ciudadana, Lucha contra la Corrupción, Reforma Política y Judicial entre otros temas que deberán ser abordados en los próximos 15 meses. 

Acción Popular, el histórico partido de centroderecha, con el 10.3% de los votos válidos a nivel nacional obtendría 25 escaños convirtiéndose en la primera minoría en el Congreso. Su positiva participación en las últimas elecciones regionales y municipales le permitió ser el segundo partido a nivel nacional con mayor cantidad de autoridades elegidas, el nivel de recordación de su símbolo partidario, sus listas electorales donde primaron la renovación y la participación de sus militantes, la diversidad de posiciones de su pequeña bancada en los últimos 3 años y su alejamiento del control del Ejecutivo y Legislativo; son algunos factores que pueden explicar su desempeño en esta elección. 

El FREPAP, partido teocrático fundado en 1989, sin mayor atención mediática se convirtió en la primera “sorpresa electoral” al conseguir el 8.2% de los votos válidos y alrededor de 15 escaños. Su presencia en todo el territorio nacional, organización de activos militantes pertenecientes a la Asociación Evangélica Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal, una austera campaña en tierra, no estar vinculados a los escándalos de corrupción política y su alejamiento del poder institucional; son algunos factores que los favorecieron en medio de un contexto de dispersión electoral. Aunque con una posición religiosa conservadora, el eje de su propuesta se centra en la moralización de la política, el ámbito social y el apoyo a los agricultores. 

Alianza para el Progreso, organización política fundada por César Acuña en el Norte del Perú, obtendría el 8.08% de los votos válidos y 22 escaños convirtiéndose en la segunda minoría legislativa. Su posicionamiento a nivel regional y local demostrado en las elecciones regionales y municipales de 2014 y 2018 donde consiguió ser el partido con mayor cantidad de autoridades electas, el posicionamiento de su símbolo partidario, la mayor disponibilidad de recursos logísticos para realizar campañas electorales y su posición centrista; le habrían permitido cosechar resultados positivos en diferentes regiones, aunque Lima sigue siendo una plaza adversa. 

Podemos Perú, organización creada por el empresario José Luna ex financista y dirigente de Solidaridad Nacional, obtuvo el 8.06% de los votos válidos y 11 escaños. El liderazgo del ex ministro del Interior Daniel Urresti, su activa campaña en los distritos más poblados de Lima, centrar su mensaje electoral sobre lucha contra la Corrupción y Seguridad Ciudadana, una de las principales preocupaciones de la población; serían los motivos que explicarían su desempeño electoral principalmente en Lima donde gracias al arrastre electoral de Daniel Urresti que obteniendo más de 490 mil votos preferenciales se convirtió en el congresista electo más votado del país. 

Partido Morado, la organización política más joven fundada bajo el liderazgo de Julio Guzmán, consiguió en su debut electoral el 7.3% de votos válidos y 9 escaños. A pesar de la activa campaña emprendida por sus militantes, su propuesta centrista, su campaña en redes sociales y de presentarse como una alternativa renovadora, logró un expectante 3er lugar a nivel nacional muy lejano para su exceso de expectativas. Obtener el grueso de su votación en Lima, la falta de definición de una estrategia y los problemas de algunos de sus dirigentes para definir sus posiciones, son elementos preocupantes en su intención de ser gobierno en 2021. 

Fuerza Popular, organización fujimorista liderada por Keiko Fujimori, apelando a su voto duro y con una campaña que evitó los riesgos logró el 7.2% de los votos válidos y 15 escaños. Han pagado las consecuencias de ser percibidos como una oposición parlamentaria obstruccionista y han logrado procesar la pérdida del control del Congreso, los tiempos de los 73 congresistas hoy parecen lejanos. 

Unión por el Perú, franquicia electoral manejada por el ex congresista José Vega, luego de aliarse al Frente Patriótico liderado desde la prisión por Antauro Humala se convirtió en la segunda “sorpresa electoral” obteniendo el 6.9% de los votos válidos y 13 escaños. Con un discurso duro en temas de seguridad y lucha contra la corrupción, demagógico y xenofóbico, el movimiento etnocacerista participa por primera vez en una elección nacional logrando elegir representantes. El respaldo obtenido en las regiones del centro y sur del país alimenta las ambiciones presidenciales de Antauro Humala y garantiza la sobrevivencia del negocio de vientre de alquiler de Unión por el Perú. 

Frente Amplio, organización política de izquierda fundada en 2013, obtendría el 6.2% de los votos válidos y 9 escaños. Con una campaña austera, apelando a sus nichos electorales, identificándose como alternativa de izquierda, posicionando un mensaje de defensa de los trabajadores; logró mantener su presencia en el Parlamento. 

Somos Perú, organización municipalista fundada por el difunto ex alcalde limeño Alberto Andrade, obtendrían el 6.1% de los votos válidos y 11 escaños. Su permanente presencia municipalista y su alejamiento de la atención mediática les habrían permitido contar con una considerable bancada parlamentaria. 

Juntos por el Perú, agrupamiento de organizaciones de izquierda aliadas de la excandidata presidencial Verónika Mendoza, apenas conseguiría el 4,7 % de los votos válidos y se quedaría fuera del Parlamento. A pesar de su activismo, exposición mediática y del respaldo de Mendoza en las regiones del centro y sur del país; se debate por pasar la barrera electoral y de quedar fuera del Congreso, el fracaso de Verónika Mendoza sería contundente. 

El Partido Popular Cristiano y el APRA, partidos antiguos protagonistas de la política peruana en el siglo XX, quedarían fuera del parlamento. 

En el caso del PPC, a pesar del liderazgo de Alberto Beingolea, uno de los candidatos más votados en Lima, y su intento de “renovación”, obtendría 4% de los votos válidos y no consigue el suficiente respaldo electoral para retornar al Congreso. 

En el caso del APRA, paga las consecuencias de ser manejado por una dirigencia mediocre y corrupta que se resiste a propiciar una auténtica renovación del partido y su propuesta. Alejado de la ideología y programa de su fundador Haya de la Torre, el otrora gran partido del siglo XX terminó de aliado incondicional del fujimorismo y ha sido reducido al 2.7% de los votos válidos. Son cada vez más reducidas sus opciones de sobrevivir electoralmente en 2021.