sábado, 28 de febrero de 2015

El Lustro de José Mujica


Este domingo 1 de Marzo acaba luego de 5 años el mandato de José Mujica en la Presidencia del Uruguay, en medio de una aprobación de 65% a su gestión según la última encuesta realizada por la empresa Equipos Mori y un buen desempeño de gobierno que generó el escenario para dar paso a un nuevo gobierno del Frente Amplio esta vez encabezado por Tabaré Vásquez.

Este proceso de recambio político democrático se produce teniendo al país como centro de atención mundial por la aprobación de cambios legislativos en temas polémicos como la aprobación del aborto, el matrimonio igualitario y la despenalización de la venta de Marihuana, y esto sumado al estilo de gobierno único de José Mujica, que a través de un socialismo democrático impulsa el respeto de las libertades civiles y apuesta por la reducción de la desigualdad social, bajo un liderazgo carismático, basado en la sencillez y la humildad que se ha traducido en un impulso de esperanza en una política distinta en toda América Latina.

José Mujica, un político que tuvo un pasado guerrillero, con una trayectoria importante como diputado, senador y ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. Fue el líder del Movimiento de Participación Popular, sector mayoritario del partido de izquierda Frente Amplio. Postuló a la presidencia en las elecciones generales de 2009, luego de ser proclamado candidato con un 52.02% de los votos en las elecciones internas del Frente Amplio.

Acompañado de Danilo Astori como su candidato a vicepresidente, Mujica afrontó la campaña con un ligero cambio de imagen, dejando su atuendo informal, para empezar a usar trajes pero sin corbata algo que sería su sello personal en su posterior ejercicio de gobierno. Con un programa de mayor impulso a la educación y a reducir las desigualdades sociales logró el 25 de octubre de 2009, obtener cerca de la mitad de los votos válidos en primera vuelta, y esto lo llevó a disputar el ballotage contra el candidato del Partido Blanco Luis Alberto Lacalle, ganando finalmente la presidencia con un 52% de los votos válidos, que le permitieron suceder a Vásquez y convertirse en el segundo presidente de Izquierda en el Uruguay.

Luego de ganar la elección Mujica definió líneas programáticas que su gestión de gobierno impulsaría como políticas de Estado tanto en Educación, seguridad, medio Ambiente y energía que serían el legado para las próximas generaciones de uruguayos, convocando a la oposición política para poder garantizar su continuidad. 

Para la conformación del gabinete ministerial, Mujica respetó los resultados obtenidos en las elecciones de octubre. De esta manera el Movimiento de Participación Popular obtuvo cuatro ministerios, el Frente Liber Seregni tres, el Partido Socialista dos, la CAP-L, la Vertiente Artiguista y el Partido Comunista uno cada uno. En su discurso de toma de mando, realizado el 1 de marzo de 2010, Mujica reafirmó la necesidad de que el país contara con políticas de estado. También planteó como un objetivo primordial de su administración la eliminación de la indigencia y la reducción de la pobreza en un 50 %. En un acto ejemplar Mujica y su esposa decidieron mantener su modo de vida con gran austeridad, en una chacra en la zona de Rincón del Cerro, donde se dedican al cultivo de flores como actividad económica, agregándole las medidas de seguridad necesarias. 

En términos generales se mantiene la política económica del anterior periodo, además de políticas gubernamentales adicionales como la promoción a la inversión nacional y extranjera.
En materia social impulsó el Plan de Integración Socio-Habitacional «Juntos» que fue lanzado por el gobierno el 15 de junio de 2010, como una continuación del Plan de Emergencia de su antecesor Tabaré Vázquez; que es sustentado por colaboraciones solidarias de empresas privadas, con el 87 % del salario mensual de Mujica y con la venta de alguna de las propiedades del Estado que han caído en desuso. El objetivo del plan es brindarle a familias carenciadas un hogar donde vivir. Fue definido por el propio presidente, no como un plan de vivienda, sino como un plan de ética y como una visión a futuro. La primera casa fue construida en el asentamiento informal Primero de Mayo, con la participación no sólo de los especialistas, sino además con los propios interesados, con sus vecinos y con voluntarios.

En Materia de Drogas, en un movimiento sin precedentes, en junio de 2012 el gobierno de Mujica propuso legalizar y regular la venta de marihuana. El tema es ampliamente discutido y resulta sumamente complejo. Esta medida mereció elogios de la selecta publicación británica Monocle y por la revista estadounidense Time. 

Un punto en donde Mujica no ha logrado cumplir las expectativas es el aspecto Educativo en donde a pesar del impulso gubernamental, los logros han sido escasos y se mantenido una situación de deterioro de la educación pública que el nuevo gobierno frenteamplista deberá corregir.

En materia de defensa de los derechos humanos, el 22 de marzo de 2012, en una ceremonia en el Palacio Legislativo, Mujica leyó un discurso en el cual se reconoció públicamente la responsabilidad del Estado uruguayo en las violaciones a los derechos humanos durante los años de la dictadura.
Y en materia internacional apostó por el desarrollo de mejores relaciones con el principal país vecino, la Argentina, a pesar de algunos incidentes álgidos; como el conflicto por el funcionamiento de las plantas de Celulosa y el manejo del río Uruguay, siempre con un tono conciliador que permitió lograr acuerdos energéticos, en la línea del esfuerzo de apoyar la integración sudamericana. Mujica ha realizado viajes a diferentes naciones logrando un destacable protagonismo para su país, en los diferentes organismos como UNASUR, OEA, ONU y CELAC, además de mediar en la conflictiva situación venezolana y colombiana.

Finalmente en balance la gestión de gobierno de José Mujica ha mantenido los avances económicos y sociales a través de un gobierno de izquierda democrática que ha promovido las libertades civiles y políticas fortaleciendo la institucionalidad política uruguaya. Generando adhesiones por el estilo personal sencillo y cercano de su presidente que ha logrado una imagen centrada y reflexiva, logrando borrar su pasado beligerante para pasar a influir con una filosofía política que reivindica una sociedad plena y justa, convirtiéndose en una voz crítica a un sistema altamente individualista. Rol que seguirá cumpliendo a través de su escaño en el Senado Uruguayo durante los próximos años. Hasta pronto Pepe. 

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