domingo, 1 de febrero de 2015

Frente Republicano 2016


Van transcurriendo los primeros días de enero y los principales candidatos van definiendo con cada vez más fuerza sus lineamientos y ejes centrales de campaña; construyendo sus respectivas organizaciones y participando activamente del debate político para buscar posicionarse como opciones para las elecciones generales de 2016. Copando el espacio de la derecha política y con una izquierda fragmentada causa expectativa entre muchos analistas políticos y en la población en general el surgimiento de un candidato que logre representar el centro político a falta de un candidato natural que promueva cambios moderados y armonice equilibradamente la relación entre la inversión pública y privada.

Es innegable que una opción política de centro democrático tendrá mayores opciones electorales logrando una adecuada política de alianzas debido a la fragmentación de nuestra sociedad en la búsqueda de representar a la mayor cantidad de sectores sociales en todo el Perú a través de un Frente Republicano. Sumado a esto el debilitamiento de los partidos políticos lleva a que ninguno por sí mismo pueda aspirar a ganar la elección presidencial salvo al contar con un caudillo ya conocido por los electores; es el caso del APRA con Alan García, de Fuerza Popular con Keiko Fujimori o del novísimo Perú Más con Pedro Pablo Kuczynski; esto dejará a muchas agrupaciones políticas que tienen presencia parlamentaria o municipal sin un candidato viable y las lleve a ser más proclives a buscar formar una alianza que garantice una mayor presencia política para el próximo periodo presidencial.

Debido al avance de opciones que representan a los sectores más dañinos de la política como el Fujimorismo y el Apra de García que han gobernado cada uno por 10 años lo cual suma 20 años de los últimos 30 años de nuestra vida política, se hace vital que el ciclo de centros inactivos llegue a su fin y de paso a una opción de centro activo e innovador que se presente como una opción interesante  de cara a las elecciones del 2016, siendo un centro reformista, audaz y de amplia convocatoria social que proponga una agenda de propuestas que le cambien la dinámica al Perú en un contexto de alta desconfianza y deslegitimación frente a una clase política que ha gobernado para controlar conflictos y problemas de nuestra sociedad y que dejó de lado el hecho de proyectar una visión del Perú que aspiramos construir en las próximas décadas y que recibirán las futuras generaciones ante un cambiante panorama internacional.

Pero el más grande desafío de ese Frente Republicano Centrista es construir una identidad que represente a los distintos sectores de la sociedad que sintonicen con una propuesta reformista, honesta, eficaz y democrática, donde el plan de gobierno jugará un papel principal en armonía con el discurso y la actitud que permita plasmar y resumir las propuestas y proyectos que necesita el país para seguir mejorando en sectores vitales como la Educación, en todos sus niveles; la Salud siempre vital para el desarrollo humano; la seguridad ciudadana para la convivencia en la sociedad, la economía para continuar teniendo un manejo responsable tanto en el nivel macroeconómico como en el nivel microeconómico que tiene mayor cercanía al ciudadano promedio; el fomento de la industria ecológicamente responsable y el desarrollo de energías renovables; la infraestructura para asegurar la modernidad y la conectividad productiva del país y la reforma del Estado para garantizar el crecimiento económico de los últimos años de modo que en los próximos años alcancemos el desarrollo deseado del país en su conjunto.

Sin embargo, la credibilidad de este frente centrista dependerá sin dudarlo de quién sea el candidato que lidere esta alternativa democrática de futuro frente a las opciones del pasado; este candidato debe ser una persona prestigiosa, confiable y realizada, que tenga conocimiento de nuestra realidad y cultura política, con capacidad de convocar a todos los sectores políticos de la sociedad a este frente renovador en la búsqueda de recuperar el nivel de la política con una agenda de reformas audaces que solucionen los problemas actuales del país por todos conocidos, construyendo la ruta del progreso y del desarrollo con visión de futuro.

Finalmente queda por estar atentos a los sectores que han corrompido la política peruana que cada vez están más activos: García debido al descrédito de su figura y partido está obligado a moverse rápidamente al centro para tener opción de ganar a sus principales adversarios teniendo que lidiar con posibles conflictos partidarios que afecten a sus planes por conseguir el poder para reinar; Pedro Pablo Kuczynski busca formar alianzas que lo posicionen en las distintas regiones del país reclutando caras nuevas para reforzar su segunda postulación presidencial y Keiko Fujimori trata de administrar su apoyo electoral de 30%, encerrándose en su plataforma política y confrontando con el Gobierno dependiendo de la coyuntura. A diferencia de otros grupos como las izquierdas, el PPC y Acción Popular que se comunican con su militancia para mantenerse a flote pero sin un rumbo claro, dejando la competencia a favor de estos candidatos ya establecidos, es que resulta indispensable que se concrete este Frente Republicano 2016 para retomar la iniciativa electoral ante los siniestros sectores que amenazan el futuro de nuestro Perú.


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