Este domingo 22 de Noviembre, 32 millones de argentinos han acudido a
votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales; primera elección
de balotage en la historia de la república Argentina. Marcando no solo un
cambio de gobierno nacional, sino además el fin de un ciclo político luego de
12 años de Gobierno Kirchnerista.
Luego de una larga campaña electoral a nivel nacional para elegir
intendentes, gobernadores, parlamentarios y presidente, en donde las 3
principales coaliciones compitieron para sumar posiciones en el nuevo mapa
político de por lo menos los próximos 5 años. Primero las PASO y luego la
primera vuelta electoral mostraron la siguiente formación del escenario político:
El Frente para la Victoria, liderado
por Daniel Scioli alcanzó en
promedio el 36% de los votos y quedando como ganador de la primera vuelta. La
alianza Cambiemos, liderada por Mauricio Macri se constituyó como la
alternativa de oposición y con mucho esfuerzo alcanzó el 34% de los votos luego
de la elección del 25 de Octubre. Y la alianza Unidos por una Nueva Argentina (UNA),
liderada por Sergio Massa,
conformada por el peronismo disidente representó el 20% de los votos.
Sin embargo esta elección generó una tendencia distinta para la campaña
hacia el balotage; Daniel Scioli,
ganador de la primera vuelta presidencial, comenzó una campaña ocupando el
segundo lugar en todos los sondeos publicados y enfrentando la guerra interna
en el Frente para la Victoria debido a la derrota sufrida en la Gobernación de
la Provincia de Buenos Aires y en otros distritos electorales donde la
oposición alcanzó la victoria. Prometiendo acentuar su propio estilo, no pudo
desmarcarse de la influencia de la Presidenta Cristina Fernández; renunciando al estilo conciliador que marcó su
trayectoria y recurriendo a una campaña de miedo. Daniel Scioli no pudo explicar claramente si representaba el
Continuismo o el Cambio; perdiendo la posibilidad de recuperar el Liderazgo
político frente a un imparable Mauricio
Macri.
Mauricio Macri supo organizar una campaña que con el paso
del tiempo resultó exitosa, sellando alianzas con la Unión Cívica Radical (UCR), liderada por Ernesto Sanz y con la Coalición
Cívica liderada por Elisa Carrió,
para construir una plataforma que le permitiera llegar y llevar su propuesta de
Cambio a toda la nación argentina. Comenzó la campaña hacia el balotage con el
impulso de haber quedado a 3 puntos de diferencia de Daniel Scioli; con la victoria de María Eugenia Vidal como Gobernadora de la Provincia de Buenos
Aires como prueba que era posible ganarle al peronismo oficialista, y sumando
más respaldo en todas las encuestas publicadas frente a su rival peronista.
Inició una campaña basada en alentar el ánimo de cambio presente en la mayoría
de la sociedad argentina a través de la llamada “revolución de la alegría” para
demostrar su moderación y estilo renovador en contraste a la campaña de miedo
promovida por Daniel Scioli.
Sergio Massa, principal referente del peronismo
opositor, decidió actuar como fiel de la balanza dando un respaldo indirecto a Mauricio Macri, con el único objetivo
de derrotar a Daniel Scioli y por
intermedio a Cristina Fernández,
para fortalecer su liderazgo a mediano plazo al interior del peronismo.
Luego de una intensa y dura campaña los resultados oficiales otorgan la
victoria a Mauricio Macri con el 53 %
de los votos frente a Daniel Scioli
con el 47% de los votos, erigiéndose como el nuevo presidente de la república
Argentina para los próximos 4 años. Debiendo enfrentar la complicada herencia
del Kirchnerismo: una economía estancada con tasas de inflación del 25%, una
cuarta parte de la población por debajo del umbral de pobreza y delicadas
causas pendientes de corrupción. Además del especial reto de garantizar la
gobernabilidad para lograr los cambios al modelo de país sin eliminar los
avances sociales conseguidos por varios sectores de la población.
No hay comentarios:
Publicar un comentario