Un tema presente en la
sociedad y que se mantiene- y ha mantenido- en torno a todos nosotros es la
corrupción, de forma directa o indirecta, desde el hecho más simple a la trama
más compleja. No sólo en nuestro país sino también en todo el mundo, en cada
nación existe un caso, ejemplo como en Brasil con el escándalo de Menselao, en
Argentina el escándalo de Lázaro Báez, en el Perú el nefasto y corrupto
gobierno autocrático de Alberto Fujimori o los escándalos de los dos gobiernos
del ex presidente Alan García Pérez por citar algunos casos; pero también se
aprecia la lucha que se da por esclarecer la verdad y defender la justicia que
todos debemos respetar y hacer respetar, realizada tanto por diferentes
personas sin importar sus ideologías o pensamientos e instituciones que muchas
veces llevan a cabo una travesía contra la corriente en el mundo político.
Aparte de señalar el
gran daño que le causa a toda la sociedad y la política la corrupción, un tema
muy grave es la reacción de esta, ante este gran problema social, muchas veces
vemos la respuesta de conflicto y choque de los ciudadanos ante la corrupción y
ante sus protagonistas; pero en otras también lamentablemente vemos como los
actos de corrupción son pasados por agua tibia- se podría decir- y son
descritos con frases muy peruanas como “roba pero hace obra” o la tan llamada
“viveza criolla”, que no hacen más que hacer un refuerzo negativo en los
ciudadanos a acostumbrarlos a tolerar estas graves faltas.
Y esto puede generar
una sensación de que todo es malo en la política lo que lleve a ser más
permisivo o a atacar a las personas que en el fondo no están metidas en este
problema, hacer pagar a justos por pecadores, cita una frase. Es por eso que la
manera más práctica y eficaz de enfrentar en mi opinión este problema es la
educación en los ciudadanos, la información es poder, con una adecuada cultura
y conocimiento político la sociedad es más difícil de engañar y esto llevado
con mantener una actitud más vigilante ante nuestras autoridades- con serenidad
claro- nos permitirá poder contribuir al avance de nuestro país. Ese es el beneficio
de la democracia, ante otros tipos de gobierno que como la dictadura de por sí
promueven impunidad. Pero para muchos esto genera una suerte de conflicto o
confusión, que ante tantos problemas como poder rescatar o proteger lo que
tantas veces es mal visto como la democracia.
Vivir en democracia no
es sólo ir a votar cada cierto período de tiempo sino conlleva a realizar un
gran número de actividades para darle sentido a la misma. Que no sea una simple
e idílica frase en la pared sino una forma de coexistencia social donde primen
las libertades que le dan sentido: libertad de expresión, libertad de culto,
vivir sin miseria y vivir sin miedo. Donde no solo prevalezcan derechos sino se
cumplan deberes. Y es para esto que la política no debe permitir ser manchada
por la corrupción, que solo lleva a deslegitimarla y recordar que su verdadera
función es buscar lograr el bien común de todos los ciudadanos.
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