martes, 15 de marzo de 2016

Trump vs el Partido Republicano


Desde que se comenzaron a conocer las precandidaturas presidenciales que demuestran las distintas facciones al interior del partido republicano, Donald Trump se convirtió en un fenómeno mediático y político que amenazaba con ser el candidato presidencial republicano. Ovacionado por sus seguidores, hartos del establishment republicano, empezaron a seguir las propuestas altamente populista de este multimillonario. Odiado por el establishment del partido, que ven con horror su falta de respeto a las formas internas y externas de la política.

El inicio del proceso de primarias o proceso de caucus no hizo más que confirmar el apoyo al rebelde liderazgo de Donald Trump que causa pánico al establishment del partido, más acostumbrado a un candidato conservador pero políticamente correcto. Trump se presenta ante sus seguidores como el único que puede devolverle el liderazgo, según él, perdido por los EE.UU; con un discurso machista, racista y xenofóbico que es noticia a nivel internacional y vergonzoso para la democracia liberal más importante del mundo.


Frente al embate de Trump, no ha logrado concretarse una candidatura alternativa que impulse el voto conservador pero que no cause amenazas para la maquinaria del partido. Hasta el momento las primarias han servido para descartar candidatos como la ejecutiva Carly Fiorina, el gobernador Chris Christie, el senador Rick Santorum, el exgobernador Jeb Bush, el médico Ben Carson y recientemente el representante Marco Rubio, derrotado en su estado natal, Florida.


Trump pese a la derrota sufrida en Iowa, logró una victoria clara en New Hampshire, dejando en claro su liderazgo ganador y su capacidad de movilizar votantes; frente a esto el liderazgo alternativo oscilaba entre los candidatos Ted Cruz, Marco Rubio y John Kasich, demostrando un espacio aun dividido y vacío que parecía poder marcar la diferencia en la contienda. Luego de dos sucesivas jornadas conocidas como “SuperMartes”, Trump siguió avanzando en la mayoría de estados, derrotando a Marco Rubio en Florida por amplio margen. Y dejando el liderazgo alternativo por definirse entre Cruz y Kasich. Esta tendencia se ha venido confirmando con la victoria de Trump en 17 estados, frente a Ted Cruz que ganó en 7 estados y a John Kasich ganó en 1 estado.


 











Si bien Trump mantiene su liderazgo y una amplia ventaja para ser elegido, la maquinaria del partido se ha activado iniciando una campaña en su contra, para impedir que sea elegido en la convención republicana. Pese a todo esto, Donald Trump aparece como el virtual candidato presidencial del partido republicano, para alegría u horror de sus partidarios.


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