domingo, 16 de junio de 2013

¿FINAL POLÍTICO?

Desde inicios de año, un tema se ha logrado posicionar en la agenda política y mediática nacional, el escándalo inmobiliario relacionado al expresidente Alejandro Toledo por la compra hecha por su suegra Eva Fernenbug de una casa de US$ 3.750.000, al poco tiempo Alejandro Toledo sacó un comunicado para responder sobre este hecho y fue publicado por su partido Perú Posible donde dió una primera explicación sobre los hechos relacionados a esta compra; donde daba a conocer la razón de los ingresos de su suegra debido a una doble viudez y una pensión grandiosa como víctima del Holocausto y que mediante estos compró esta propiedad en la Urbanización Las Casuarinas.

Pero al poco tiempo apareció la noticia de la compra del segundo inmueble (negado antes) insistió en lo mismo pero añadió un préstamo de Scotiabank en Costa Rica a una señora de 86 años para comprar una casa y una oficina en Lima. El disparate comenzó a desmoronarse por ser improbable. Pero aún existía un margen para la especulación y creer en esta difícil versión pero nuevas investigaciones como las de Panorama en Costa Rica y de Velaverde en Bruselas revelaron que la señora no sólo no tenía dichos ingresos, sino que había constituido una sociedad a todas luces de fachada para el trasvase de capitales que no eran de ella.

Pero surgió la posibilidad para el expresidente Toledo de venir a Lima y poder llegar a dar-por fin-una explicación al dar una entrevista a Augusto Álvarez Rodrich y luego asistir a la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República, donde respondió las preguntas de los congresistas sobre este tema, donde contó una nueva versión sobre este enredado tema, donde no faltaron las frases para tratar de responder ante tan grave acusación como “no soy abogado”, “¿usted conoce los negocios de su suegra?” o “no se lo permito”, para luego mostrar diferentes papeles que sirvan como pruebas de su inocencia ante tan escandaloso suceso, al final se retiró rodeado de la portátil que lo esperaba en la puerta del Congreso, para aperecer como triunfante pero no lo salvaron de las constantes contradicciones de su propia presentación.

Pero dos hechos han incrementado la sospecha y dañado más su imagen en este caso: el testimonio del corredor de inmuebles Paul Allemant, que no sólo indica que fue estafado al no recibir el pago por sus servicios sino también que dió a conocer que los verdaderos interesados en la compra eran los esposos Alejandro Toledo y Eliane Karp que fueron los que vieron y solicitaron conocer las diferentes casas para luego adquirir una finalmente; y el testimonio del abogado al que recurrió en Costa Rica, Melvin Rudelman, quien esta semana aceptó que fue el mismo Alejandro Toledo el que había solicitado la constitución de la empresa de fachada Ecoteva, llegando a proponer su nombre. El hecho había sido negado con énfasis. Pasadas las horas y los días, nadie ha desmentido ni al corredor ni al abogado. El silencio aquí habla por sí mismo.

A pesar de que el ex presidente Toledo ya no tiene el beneficio del antejuicio y debe ser investigado y procesado como cualquier ciudadano, es evidente que el trabajo de la Comisión de Fiscalización tendrá un impacto político y liquidará tanto sus aspiraciones presidenciales como el futuro de Perú Posible. Sin embargo, por más doloroso que esto sea para el gobierno en términos políticos, no debe ser impedimento para que se investigue un posible acto de corrupción. Hace mal el presidente Humala en alentar el encubrimiento parlamentario. Y terminaría dañando su débil postulación a la presidencia de la república en el 2016, dejando sin un candidato a lo que ha llamado Steven Levitsky el voto paniagüista que ha estado presente en los últimos años en nuestra política.

Es, sin embargo, en el campo penal donde Toledo deberá dar la peor batalla. Ser un mentiroso puede ser la ruina política, pero no lleva necesariamente a la cárcel. No poder explicar el origen de un dinero que se trasvasa de la cuenta de un amigo en dificultades financieras a inmuebles de una suegra milagrosamente beneficiada es el camino a la prisión. Más si puede probarse la participación directa de Toledo y su esposa tanto en la selección de los inmuebles a adquirir, como en la constitución de Ecoteva. Aquí y en Costa Rica se trata de conductas penadas tan graves como el de lavado de activos. Si Alejandro Toledo quiere salvarse, al menos de la cárcel, tiene que empezar por decir toda la verdad a la Fiscalía. Y con lujo de detalles consistentes, explicar bien de quién es la plata y porque había que hacerla recorrer tan extraño camino. Para de alguna manera esclarecer un tema que él ha contribuido a enredar con sus distintas versiones en los últimos meses que no han hecho más que liquidar su poca credibilidad.

Finalmente es necesario construir en el país no sólo la búsqueda por esclarecer hechos oscuros en el manejo económico presente en los actores políticos, pero de una manera inparcial y no con un sesgo político ni mediático; sino también fomentar una cultura de transparencia y de libre acceso a la información por parte de los ciudadanos para de esa manera no dañar la institucionalidad de nuestro sistema político.

lunes, 10 de junio de 2013

El fallo de la Haya: una ruta hacia el Futuro


En tan sólo una pocas semanas se conocerá el fallo que dará la Corte Internacional de Justicia de la Haya sobre el diferendo marítimo existente entre el Perú y Chile. Después de conocer los argumentos de ambas partes sobre este tema en el juicio oral, la Corte tomará una decisión que debe- y tiene que- ser respetada por ambas naciones. Este proceso y su posterior resolución nos dejan lecciones tanto en el plano interno como en el externo.
En el plano interno la demanda peruana en la Corte Internacional de la Haya, es el ejemplo que nos demuestra que se pueden construir políticas de Estado que trasciendan al gobierno de turno y que a través de tres gobiernos se les dan continuidad en beneficio de la Nación. Es así que fue propuesta en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique, elaborada y presentada por el gobierno de Alan García Pérez y expuesta y argumentada por el gobierno de Ollanta Humala Tasso buscando que nuestro país resulte vencedor en este litigio.  

Otro resultado positivo es en el plano político al conseguirse que todos los partidos y grupos políticos lleguen a un consenso y se dé un respaldo, dejando los intereses políticos partidarios y poniendo por encima los intereses nacionales. Algo que fue fortalecido con la reunión que se llevó a cabo el lunes 3 de mayo en Palacio de Gobierno, a donde asistieron los líderes políticos, con algunas excepciones e inconvenientes en su desarrollo, pero que consiguió al final transmitir el mensaje de institucionalidad y unidad a la ciudadanía.
En el plano externo después de terminado este proceso, que espero sea favorable para nuestro país, nos queda un camino por construir que siendo difícil es completamente necesario para el desarrollo de nuestros pueblos. El Perú ya no tendrá ningún asunto pendiente con otros países limítrofes y podrá pensar su política exterior al 100% en temas de integración. Es ahí a donde debe centrarse el escenario post-haya que surja en los próximos años.

Este  camino encontrará muchos obstáculos tanto dentro de nuestras fronteras como en las de nuestro país vecino. Comenzando con como sea recibido y aceptado un fallo en pleno contexto electoral que Chile comenzará a vivir a plenitud a partir de julio. Es así que debemos buscar reducir tensiones y tomar con mesura estos nuevos escenarios que se produzcan. Otro obstáculo es como será aceptado por la sociedad civil donde aún persisten grupos sectarios y donde crece la prédica nacionalista anclada al pasado. Pero que siguen siendo minoritarios y no se puede permitir que impongan su limitada agenda revanchista.
Pero con el pasar de los años, afortunadamente tenemos muchos más lazos tanto económicos, sociales y culturales que nos deben a llevar a concretar una agenda común que beneficie a los ciudadanos de nuestros 3 países, incluyendo a Bolivia, y que generen un verdadero desarrollo que hasta hoy a pesar de las fronteras se da y debe ser impulsado con mayor energía por las autoridades cooperando en el plano comercial, energético y turístico.

Finalmente debemos ser conscientes en ambos países que las diferencias que nos llevaron a la guerra en el pasado, hace más de 130 años, hoy son cada vez menores y que nuestros verdaderos rivales a vencer son la pobreza y el subdesarrollo. 


El indulto que no podía llegar


Una explicación clara sobre el indulto y la desición presidencial.
De Rosa María Palacios, publicada por el diario La República.

Domingo, 09 de junio de 2013 | 4:30 am


Uno de los daños más sutiles y permanentes hechos al Estado de Derecho en el Perú es la extendida idea, comprobada en la historia, que quien está en el poder todo lo puede. Así, la ley es tan solo un mero artificio para instrumentalizar su voluntad,  la que sustituye de facto todo el sistema de separación y control entre Poderes, base de la democracia liberal. Esa herencia totalitaria que nuestra República debe a los militarismos y autocracias de los siglos XIX y XX llegó a su máximo esplendor durante la autocracia fujimorista dadas las dotes de leguleyo que exhibía Montesinos.
¿Cuántos ejemplos del uso de “formas” legales vaciadas de todo contenido podemos mencionar en el epílogo de siglo XX? Ahí están los “contratos” de coima con los dueños de los medios de comunicación; la “CTS” de Montesinos, que no fue sino dinero robado a través de un decreto supremo (la forma ante todo); o la mismísima re-reelección con un TC defenestrado en un proceso supuestamente legal en el Congreso, que permitió que un coimeado JNE emitiera una resolución de nuevo, supuestamente legal. Primero, la forma. ¿Y el contenido?: el capricho del poderoso maquillado de legalidad.
A raíz de la solicitud de indulto a Fujimori, he visto cómo esta manera de malentender la democracia tiene raíces profundas en el alma de los peruanos, aun de aquellos de la mejor voluntad. Millones han creído que en esta materia, como en otras, el presidente Humala podía hacer lo que le diera la gana por encima del estrecho margen que le deja la ley para conceder un indulto en estas particulares circunstancias.
Se justifica esta conducta en la “razón política”, aquella forma de justificar que el poderoso haga lo que quiera por encima de los límites impuestos por ley. He sostenido a lo largo de estos meses que tal razón política no existe en democracia. Hoy, si un presidente quiere usarla, terminará procesado o preso, como es el caso de Fujimori. La razón política es un rezago de casi 200 años de gobiernos autoritarios donde se usó impunemente. Justamente la mayor victoria del caso Fujimori fue acabar, paradójicamente, con ese ciclo. Muchos aún no lo aceptan o no lo entienden. Nadie está por encima de la ley. Nadie. Ni siquiera la esposa del presidente.
Cualquiera que haya leído hace meses el Reglamento de la Comisión de Gracias Presidenciales sabía, con la información médica pública disponible, que Fujimori no alcanzaba los requisitos para un indulto humanitario (no puede recibir uno común por prohibición de la ley peruana y de la jurisprudencia de la CIDH)  para enfermedad no terminal. Los males que padece no son incurables, degenerativos, ni progresivos, y las condiciones de la cárcel no agravan su condición. Si Humala lo hubiera indultado su resolución hubiera sido “legal” en la forma, pero inmediatamente impugnada por falta de motivación. Ningún ministro de Justicia habría firmado esa resolución a sabiendas de que sería inevitablemente procesado. El presidente no tenía, pues, otro camino que el tomado.
Fujimori puede y debe ser indultado el día que cumpla los requisitos que están objetivamente señalados en la ley, cuya proporcionalidad y racionalidad nadie ha impugnado formalmente. Mientras tanto, sus dolencias merecen, sobre todas las cosas, el trato humano que su propia familia y partidarios no le están dando. Su propia hija, que pide compasión, ha dejado de verlo hace meses. Un solo familiar directo lo visita regularmente, su hijo Kenji. El resto ha desaparecido del registro de visitas de la Diroes. Si el deber cristiano de visitar al que está preso significa algo para la familia Fujimori, habría que recordarles que la caridad empieza por casa.

lunes, 3 de junio de 2013

Enredos presidenciales ¿Eliminación de candidatos para el 2016?


Desde hace 2 semanas diversas acusaciones han salido a la luz, y otras han continuado. Estas se han dirigido a los principales líderes o caudillos de los partidos políticos peruanos, en muchos casos están relacionados a temas inmobiliarios o al manejo de recursos económicos. Esto ha causado el rumor de un intento gubernamental para eliminar a los posibles competidores de la todavía indecisa candidatura de Nadine Heredia en el 2016. Pero veamos cada caso para al final llegar a ciertas conclusiones.

El más reciente afectado en este rosario de acusaciones, es el Alcalde de Trujillo César Acuña Peralta, acusado con unos vídeos de comprar votos en su campaña de reelección en el año 2010 y de utilizar los recursos municipales para realizar este clientelaje político. Él no lo ha negado y hasta a tratado de justificarse, pero lo más importante es probar que se usaron recursos públicos municipales en su campaña, y hacerle pagar sus delitos de acuerdo a ley.

El otro afectado es Alejandro Toledo Manrique, envuelto en una serie de contradicciones en el caso de la compra de dos inmuebles hecha por su suegra. Sus constantes-y contrarias- versiones en lugar de resolver este caso generan obviamente más dudas y sospechas de actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y de conexiones con intereses privados. Ni siquiera su presentación en la comisión de fiscalización, con lo extensa que resultó terminó por darnos una respuesta contundente a esta acusación. Con esto Toledo, aún con portátil incluida, no podrá evitar que el escándalo le pase factura y dañe su imagen política de lucha contra la corrupción, que era una de sus más fuertes banderas, y termine por liquidar sus aspiraciones políticas para llegar a Palacio de gobierno en el 2016.

Keiko Fujimori trató de aparecer como la abanderada de la decencia y la honestidad, en los últimos días pero el teatro le duró poco. Los peruposibilistas le recordaron a la candidata fujimorista, la propiedad de la casa en donde vive con su familia, perteneciente a su tía Rosa Fujimori, aunque rápidamente los congresistas de Fuerza Popular lo desmintieron y dijeron que reside en la casa que pertenece a sus primas hermanas, hijas de su tía Juana Fujimori-investigada por peculado- de acuerdo a registros públicos, pero que a confesión de la misma candidata en el 2011 en una entrevista confesó que vive desde hace 13 años en la casa de su tía Rosa Fujimori- prófuga de la justicia desde hace 13 años, por el escándalo de la ropa donada- cuidando este inmueble. Bueno esta versión tendrá todavía que ser contrastada, debido a las sospechas que esto genera, que no hace más que recordar el oscuro y nefasto legado fujimorista del que Keiko Fujimori trata de alejarse “aparentemente”.

Para culminar el último y no menos importante en esta lista de candidatos-investigados es Alan García Pérez que ha entrado en una ofensiva abierta contra el gobierno, pero que en verdad tendrá que prepararse para tener las mismas fuerzas para enfrentar el informe de octubre de la megacomisión que investiga su gestión desde fines del 2011. Finalmente es difícil saber directamente si todas estas acusaciones son dirigidas desde el gobierno o no, muchas se dieron a conocer por los medios de comunicación que muchas veces investigan mejor que el parlamento, y se mantendrá el espacio para la especulación, pero lamentablemente el daño a la política está hecho ante los ojos de la ciudadanía, que cada vez se decepciona más con nuestro sistema político, solo nos queda esperar y hacer que las cosas mejoren para el futuro del país.