lunes, 10 de junio de 2013

El fallo de la Haya: una ruta hacia el Futuro


En tan sólo una pocas semanas se conocerá el fallo que dará la Corte Internacional de Justicia de la Haya sobre el diferendo marítimo existente entre el Perú y Chile. Después de conocer los argumentos de ambas partes sobre este tema en el juicio oral, la Corte tomará una decisión que debe- y tiene que- ser respetada por ambas naciones. Este proceso y su posterior resolución nos dejan lecciones tanto en el plano interno como en el externo.
En el plano interno la demanda peruana en la Corte Internacional de la Haya, es el ejemplo que nos demuestra que se pueden construir políticas de Estado que trasciendan al gobierno de turno y que a través de tres gobiernos se les dan continuidad en beneficio de la Nación. Es así que fue propuesta en el gobierno de Alejandro Toledo Manrique, elaborada y presentada por el gobierno de Alan García Pérez y expuesta y argumentada por el gobierno de Ollanta Humala Tasso buscando que nuestro país resulte vencedor en este litigio.  

Otro resultado positivo es en el plano político al conseguirse que todos los partidos y grupos políticos lleguen a un consenso y se dé un respaldo, dejando los intereses políticos partidarios y poniendo por encima los intereses nacionales. Algo que fue fortalecido con la reunión que se llevó a cabo el lunes 3 de mayo en Palacio de Gobierno, a donde asistieron los líderes políticos, con algunas excepciones e inconvenientes en su desarrollo, pero que consiguió al final transmitir el mensaje de institucionalidad y unidad a la ciudadanía.
En el plano externo después de terminado este proceso, que espero sea favorable para nuestro país, nos queda un camino por construir que siendo difícil es completamente necesario para el desarrollo de nuestros pueblos. El Perú ya no tendrá ningún asunto pendiente con otros países limítrofes y podrá pensar su política exterior al 100% en temas de integración. Es ahí a donde debe centrarse el escenario post-haya que surja en los próximos años.

Este  camino encontrará muchos obstáculos tanto dentro de nuestras fronteras como en las de nuestro país vecino. Comenzando con como sea recibido y aceptado un fallo en pleno contexto electoral que Chile comenzará a vivir a plenitud a partir de julio. Es así que debemos buscar reducir tensiones y tomar con mesura estos nuevos escenarios que se produzcan. Otro obstáculo es como será aceptado por la sociedad civil donde aún persisten grupos sectarios y donde crece la prédica nacionalista anclada al pasado. Pero que siguen siendo minoritarios y no se puede permitir que impongan su limitada agenda revanchista.
Pero con el pasar de los años, afortunadamente tenemos muchos más lazos tanto económicos, sociales y culturales que nos deben a llevar a concretar una agenda común que beneficie a los ciudadanos de nuestros 3 países, incluyendo a Bolivia, y que generen un verdadero desarrollo que hasta hoy a pesar de las fronteras se da y debe ser impulsado con mayor energía por las autoridades cooperando en el plano comercial, energético y turístico.

Finalmente debemos ser conscientes en ambos países que las diferencias que nos llevaron a la guerra en el pasado, hace más de 130 años, hoy son cada vez menores y que nuestros verdaderos rivales a vencer son la pobreza y el subdesarrollo. 


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